¿Por qué una simple boquilla puede cambiar por completo tu proceso de soldadura láser?
La respuesta corta es: porque no todas sirven para lo mismo. La soldadura láser, aunque en apariencia es un proceso directo, exige precisión quirúrgica en cada componente. Y entre esos componentes, la boquilla no es solo una pieza más: es la que define si tu trabajo será limpio, estable y funcional
En esta guía te explicamos cómo identificar la boquilla ideal para cada aplicación de soldadura láser, desde el corte hasta la limpieza, para que optimices al máximo tus resultados en el taller.
¿Cuántos tipos de boquillas existen?
Para empezar, todas las boquillas de soldadura láser están hechas de cobre, con una vida útil aproximada de 6 meses. Y se dividen en dos grandes familias:
- Boquillas sin soporte para microalambre
- Boquillas con soporte para microalambre: estas últimas tienen un canal que guía el material de aporte y está calibrado según su diámetro.
Dentro de esas familias hay boquillas específicas para cada aplicación del sistema láser. Aquí te las desglosamos una por una.
¿Cuál es la boquilla correcta para superficies planas?
La boquilla para superficies planas tiene una cara completamente lisa, lo que permite mayor estabilidad al momento de soldar. Ideal cuando tu pieza no tiene ángulos complicados y buscas una línea de unión pareja y continua.
¿Qué boquilla se usa en ángulos?
- Boquillas para ángulos internos: su forma inclinada facilita la entrada de la pistola láser en esquinas cerradas, donde una boquilla plana no tendría visibilidad ni maniobrabilidad.
- Boquillas para ángulos externos: incorporan dos guías largas que se alinean con los bordes de la pieza. Son esenciales para lograr uniformidad en perfiles exteriores.
En ambos casos, elegir la boquilla adecuada mejora el control del arco y evita desplazamientos accidentales.
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¿Puedo cortar con una boquilla de soldar?
No. Aunque el sistema de soldadura láser permite alternar entre soldar y cortar, necesitas usar la boquilla de corte: una boquilla más angosta que concentra el haz. Ojo: aquí no necesitas cambiar el lente, pero sí ajustar los parámetros en el controlador y utilizar gas nitrógeno.
¿Cómo es la boquilla para limpieza?
La boquilla de limpieza se distingue por su forma de campana. Su geometría permite abarcar un área más amplia para remover residuos de óxido o pintura. Eso sí: a diferencia de la de corte, aquí sí debes cambiar el lente de enfoque. Y como gas de apoyo, usa argón.
¿Qué pasa si uso microalambre?
Si trabajas con material de aporte, necesitas una boquilla para microalambre. Estas tienen un canal interno por el que pasa el alambre y vienen calibradas según el grosor del material. Si eliges mal el diámetro, el alambre podría desviarse o atascarse durante la ejecución.
¿Y el gas?
Independientemente del tipo de boquilla, la soldadura láser siempre necesita gases de asistencia:
- Argón para soldar y limpiar
- Nitrógeno para cortar
La presión y el flujo dependen del espesor del material y la configuración que tengas en tu sistema.
¿Cómo se les da mantenimiento?
La limpieza es clave para mantener la precisión. Al final de cada turno, retira la boquilla de la pistola y límpiala con una fibra verde (como la que se usa para lavar trastes). Esto ayuda a eliminar residuos de quemadura y evita que se obstruya el canal.
Saber identificar el tipo de boquilla que requiere tu operación —sea corte, limpieza, unión o aporte— te ahorra errores y eleva tu productividad.
En otras palabras: dominar las boquillas es dominar tu sistema de soldadura láser.
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